Do Granma
Dica @maryjc1609
Río de Janeiro. — A pesar de que en las últimas dos décadas se han vuelto aún más evidentes los daños que causa la depredación humana y el sistema capitalista sobre el planeta, la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible (Río+20), heredera de la Cumbre de la Tierra de 1992, continúa lastrada por las posiciones de algunos países del llamado Primer Mundo que se rehúsan a asumir un compromiso con la supervivencia humana.
PL destaca que la versión preliminar del documento final de Río+20 excluye temas clave como la definición de objetivos específicos y la creación de fondos especiales para el desarrollo sostenible.
El proyecto descarta la propuesta del G77+China de crear un fondo anual de 30 mil millones de dólares a partir del 2013 —que llegaría a 100 mil millones en el 2018— para promover el desarrollo sostenible, la cual fue rechazada por las naciones más ricas.
Asimismo, deja sin efecto la posibilidad de conceder estatus de agencia al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), al tiempo que omite asuntos controvertidos como las definiciones de recursos a emplear y las metas puntuales a ser cumplidas por los estados en materia ambiental.
Por otra parte, algunos países intentan minimizar sus compromisos disminuyendo el nivel de sus representaciones al evento. El presidente del país que más ha contaminado al medio ambiente, el estadounidense Barack Obama, decidió no asistir a la Conferencia de la ONU y es casi seguro que vaya en su lugar la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Quizás Obama no quiera repetir 20 años después el exabrupto de George Bush padre en la Cumbre de la Tierra. En aquella ocasión, Greenpeace lo calificó de "degenerado ambiental", y lo responsabilizó del fracaso de la cumbre.
"Dada la postura tomada hasta ahora por Estados Unidos en las negociaciones de Río+20, y la que adoptó en las referidas al cambio climático (en la sudoriental ciudad africana de Durban), a lo mejor es una bendición que Obama no venga", dijo a IPS la activista Meena Raman, de la Red del Tercer Mundo.
Por su parte, los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) exigieron que el documento final de Río+20 sea vinculante, proteja los derechos de las naciones en vías de desarrollo y tenga en cuenta lo planteado en la Cumbre de la Tierra. (SE)
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